Neil Young during Live Aid Concert – July 13, 1985 at JFK Stadium in Philadelphia, Pennsylvania, United States. (Photo by Ron Galella/Getty Images)
Se abre el telón y entran en escena el 13 de julio, el Live Aid y el Día Mundial del Rock. ¿Qué relación tienen entre ellos? ¡Quédate a leerme y en Big Yellow Taxi saldrás de dudas!
Un 13 de julio de 1985 se celebraba uno de los conciertos que pasó a la historia por ser uno de los más increíbles e impresionantes de todos los tiempos: el Live Aid. Ese día fue la mayor reunión de estrellas de la música jamás vista hasta entonces, convirtiéndose desde ese momento en el Día Mundial del Rock.
Al concierto asistieron unas 72.000 personas y fue retransmitido en directo a 72 países del mundo, con una audiencia de 1.500 millones de personas. Se llegó a recaudar más de 250 millones: una auténtica barbaridad.
El concierto se celebró en dos estadios: el de Wembley en Londres y el J.F.K. de Philadelphia. Este evento musical se creó para recaudar fondos y luchar contra el hambre en Etiopía y Somalia. Algunos de los artistas que estuvieron sobre el escenario fueron:
En el cartel podemos ver que el precio de las entradas era de unas 25 libras… Imagino que luego te la «clavarían» con el mini de cerveza. Todos los años hay alguien que me escribe contándome su experiencia en el Live Aid.
Por aquí te dejo cinco actuaciones del Live Aid y una playlist de Spotify para hacerte el miércoles más ameno.
Tom Petty & The Heartbreakers – American Girl (Live Aid 1985)
Eric Clapton – Layla (Live Aid 1985)
Neil Young – The Needle And The Damage Done (Live Aid 1985)
Paul Young – Everytime You Go Away (Live Aid 1985)
The Cars – Drive (Live Aid 1985)
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The War on Drugs en Mad Cool. Imagen: Big Yellow Taxi/Marina Lozano
Los festivales de música hacen sacar nuestra vena más artística y creativa. Rodeados de estampados de leopardo, gorros de pesca, purpurina y calcetines altos, es ahí cuando descubrimos que nuestra profesión frustrada es la de ser experto en tendencias o crítico de moda en una revista.
Estuve el pasado 8 de julio en la tercera jornada del festival madrileño Mad Cool con un cartel bastante interesante. La pena fue la cancelación de los Black Pumas a pocas horas de empezar; tenía muchas ganas de escucharles en directo. Otra vez será…
Empecé la tarde con la actuación de Jamie Cullum, que mezcla un poco de jazz y pop británico con la ayuda de su inseparable piano. Antes os comentaba que algunos se convierten en críticos de moda y otros, como es mi caso, en creadores de setlists. Soy una gran admiradora de su trabajo, pero creo que en este caso, no eligió bien las canciones para el concierto y no termino de ver si Cullum encaja del todo en este formato. Críticas aparte, me hizo mucha ilusión verle y espero poder disfrutar de su música en otra ocasión más acertada.
Me hubiera gustado escuchar en directo a Phoebe Bridgers, pero una no es Dios y no puede estar en todas partes. En ese momento estaba atrapada con el magnetismo de The War On Drugs, con un directo precioso y que suena exactamente igual que en tus auriculares. Me encantó. Esta banda de rock indie americano me recuerda mucho a los meses en los que estuvimos confinados y a esa pandemia de la que vamos saliendo poco a poco.
Después vi a Incubus, que empezaron un poco regular. No sé si fue porque no pudieron hacer una prueba de sonido antes, pero fueron mejorando a medida que iba avanzando su actuación.
Llegó el momentazo de la noche con Muse. Sin duda alguna, de los mejores directos que he visto; con una puesta en escena increíble y un público que vibraba al ritmo de sus éxitos. Puro espectáculo; lo disfruté mucho.
La última actuación que vi fue la de los británicos Alt-J; una banda de rock alternativo que conocía y que me gustó en directo. No sé si fue porque ya estaba cansada, pero estuve muy relajada prestando atención a su música. Fue un buen broche final para una tarde-noche muy guay.
Y así como apunte: creo que es más fácil alzar la mano y coger un gran taxi amarillo en Nueva York, que un pequeño taxi blanco en Madrid. ¡Qué bárbaro!
That’s all folks! Por aquí te dejo mi lista de Spotify con canciones de los artistas que ha aparecido hoy en este artículo: Marina FM.
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Hoy cumple 77 años una cantante a la que le tengo un cariño especial y es que forma parte de una generación de músicos que me vuelve loca en todos los aspectos. El artículo de hoy está rescatado de este blog, ya que lo escribí en 2018 y lo vuelvo a compartir en Big Yellow Taxi para que te vayas a la cama escuchando cinco canciones nuevas. ¡Dentro texto!
Carly Simon nació el 25 de junio de 1945 en Nueva York, Estados Unidos. Empezó su carrera en el mundo de la música formando un dúo junto a su hermana Lucy, al que llamaron: The Simon Sisters. Consiguieron darse a conocer gracias a uno de sus sencillos, que apareció en las listas de éxitos locales en abril de 1964: «Winkin’ Blinkin’ and Nod». Más tarde, Lucy decidió casarse, por lo que se puso fin al dúo musical de las hermanas Simon.
A principios de los años 60, el Greenwich Village, situado en el lado oeste de Manhattan, se convirtió en lugar de reunión en el que muchos músicos se juntaban para cantar sobre temas que eran considerados como tabúes por aquel entonces; como protestar contra la guerra de Vietnam o luchar por las libertades civiles. Fue allí donde Carly Simon se encontró con Albert Grossman, conocido en la escena de la música folk y rock and roll por ser el mánager de Bob Dylan en sus primeros años.
Simon consiguió su primer éxito en 1972 con el tema «You’re So Vain», una canción que trajo mucha polémica porque, al parecer, todo el mundo sabía a quién iban dirigidas las palabras del estribillo: «You’re so vain, you probably think this song is about you /Eres tan vanidoso, que probablemente piensas que esta canción es para ti”.
Además, el hecho de que a Simon se le atribuyesen romances con otros personajes famosos como Mick Jagger o Warren Beatty, contribuyó a que la canción se convirtiera aún más en un misterio.
Tras su lanzamiento, la canción se convirtió en número uno de Billboard en países como Estados Unidos, Canadá, Irlanda o Reino Unido.
En 1972 se casa con James Taylor (que si no sabéis quién es, tenéis varios artículos dedicados a él en mi blog). Con él tuvo dos hijos: Sally Taylor y Ben Taylor, quienes también se dedican a la música.
Durante los diez años que duró su matrimonio, compartieron una vida dedicada plenamente a la música, convirtiéndose así, en una de las parejas más bonitas de la escena musical.
Uno de los duetos que más me gustan de James Taylor y Carly Simon es sin duda alguna: «Mockingbird». Publicada en 1974, esta canción forma parte de ‘Hotcakes’, uno de los álbumes más vendidos de Simon.
Llevo escuchando esta canción desde que era muy pequeña y siempre me he imaginado cantando la parte de Carly en un escenario.
En 1983 se divorcia de James Taylor y en 1987 contrae matrimonio con el escritor, poeta y hombre de negocios John Hart. La pareja se divorció en 2007.
Su mayor éxito musical durante los años 80 fue «Let the River Run», una canción escrita para la película Working Girl (1988). Por esta composición, ganó su tercer Grammy y su primer Oscar. ¡Seguro que os suena!
En 1987 publica «Coming Around Again», una canción que me encanta y que os comparto a continuación:
Y la última de las cinco canciones que quiero recomendarte es «You Can Close Your Eyes», que fue grabada para el álbum de James Taylor ‘Mudslide Slim & The Blue Horizon’. Pincha aquí para leer el artículo que escribí sobre esta maravilla de disco.
¡Feliz cumpleaños a una de las cantantes y compositoras más populares de principios de los años setenta en la escena estadounidense, además de todo un icono, una inspiración y un bellezón!
That’s all folks! Estas han sido las cinco canciones que quería compartir con vosotros de Carly Simon. Sé que faltan algunas, pero así es la vida.
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Poeta, cantautor, compositor, Premio Nobel de Literatura, 39 discos publicados, más de 125 millones de copias vendidas y toda una leyenda del folk… How does it feel? Hoy en Big Yellow Taxi os hablo de Bob Dylan y de las 5 canciones que más me gustan de él. ¡Dentro música!
Robert Allen Zimmerman —Bob Dylan para los amigos— nació el 24 de mayo de 1941 en Duluth, Minnesota (Estados Unidos). Se cree que Dylan adoptó este nombre por miedo al antisemitismo que había por aquel entonces. Para saber un poco más sobre ese tema, os recomiendo un artículo del diario ABC en el que explicaba de forma interesante y amena el porqué de su nombre. Os lo dejo por aquí: Bob Dylan desvela la verdadera razón tras su nombre artístico.
«Las canciones parece que se conocen a sí mismas y saben que las puedo cantar, vocalmente y rítmicamente. Se escriben solas y cuentan con que yo las cante».
Bob dylan (the new york times, 2020)
Pude verle en concierto en 2015 en Madrid, cuando todavía se le llamaba el Palacio de los Deportes al Wizink Center. Fue una experiencia un tanto inquietante. Me pareció un momento muy bonito, ya que tenía frente a mis ojos a una auténtica leyenda de la música. Una leyenda famosa por hacer lo que quiere con su música y esa noche no fue diferente a lo que nos tiene acostumbrados.
Por poneros un ejemplo, ese himno tan característico como es «Blowin’ In The Wind», no se parecía en nada al original. Una cosa es que las canciones sufran variaciones debido a los años y a los cambios en las voces de quienes las cantan, pero es que esta canción no tenía nada que ver con la que todos conocemos y os pondría poner más casos de ese concierto, pero pensándolo bien, es su música y puede hacer con ella lo que quiera. Fue una experiencia especial y única.
En ese momento, yo estaba en el primer año de carrera y me emocionaba mucho el hecho de escribir mi primera crónica musical y más si era sobre Dylan. Ya rondaba por mi cabeza la idea de crear un blog, pero todavía no se me había encendido el motor de mi gran taxi amarillo. Hoy la he rescatado y la comparto con vosotros:
Like a Rolling Stone. Los tiempos están cambiando. Es cierto que los años han tocado en su puerta, pero a día de hoy, sigue siendo uno de los compositores más influyentes del panorama musical. No existen aún palabras para expresar lo que pudimos sentir al ver a un hombre tan pequeño y a la vez con una voz tan grande.
Dylan trajo su mundo por unas horas a Madrid. Tocó y cantó lo que él quiso y como él quiso. No dijo ni hola, ni adiós, tan solo nos hizo cómplices de su música. Ya puedo morir un poco más tranquila después de que mis oídos escuchasen el sonido de esa armónica en directo. Puro espectáculo. Admiro la capacidad que tiene de hipnotizar con sus canciones a un auditorio repleto de gente que no se si comprende sus letras, pero sí las siente.
Muchas veces me pregunto si he nacido en la época y en el lugar equivocado, pero sea como fuere, he llegado a tiempo para ver en vivo y en directo a un auténtico genio. Toda una leyenda. Sólo me queda darle las gracias por haber hecho de la noche del 6 de julio de 2015 una velada insuperable. Espero que esto no sea un adiós y podamos volver a verle pronto, pero la respuesta a esto, amigo mío, it’s blowing in the wind…
Después de este storytelling, os comparto las 5 canciones de Bob Dylan que más me gustan. ¡Música, maestro!
Bob Dylan – Lay, Lady, Lay
Bob Dylan – Tangled up in Blue
Bob Dylan – Hurricane
Bob Dylan – The Times They Are A-Changin’
Bob Dylan & Johnny Cash – Girl from the North Country
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Insecto hecho con tulipanes morados preservados del confinamiento. (Collage: Marina Lozano)
Mientras le decimos adiós a la mascarilla –de momento– en Big Yellow Taxi me gustaría hacer un repaso de estos dos últimos años, compartiendo un collage que hice junto a una reflexión personal y las imágenes del Madrid pandémico del fotógrafo, compañero y amigo Jesús Umbría.
«El Gobierno declara el estado de alarma durante 15 días». Con este titular amanecíamos hace dos años. Era la primera página de un nuevo episodio de nuestras vidas que se iba prorrogando de 15 en 15.
Hubo un momento en el que nuestro calendario estuvo marcado por la comparecencia en televisión de nuestro presidente del gobierno, que nos hacía permanecer con ilusión y esperanza frente a la pantalla, hasta que pronunciaba las temidas palabras y ya todos los planes que teníamos en la cabeza a corto plazo –en el hipotético caso de que nos dejaran libres– se convertirían en planes a un plazo que estaba en las manos de otros.
Cada uno comenzó a medir el tiempo a su manera. Yo lo hacía gracias a unas vitaminas que me tomaba. En cada caja venían 30 unidades e iba haciendo la cuenta de cuántos días de la marmota estaba viviendo. Más adelante, la unidad de medida fue generalizada y consistió en las famosas: «fases de desescalada».
A día de hoy, miro por el cristal del autobús y me cuesta creer cómo esta ciudad que nunca para quieta, un día hace dos años tuvo que hacerlo. Los únicos coches que se movían eran los del Scalextric del salón de tu casa y los únicos paseos eran –si no tenías un trabajo presencial– a Mercadona, a bajar la basura o pasear a tu perro si eras de los afortunados que tenía uno.
Íbamos con guantes de látex y sin mascarilla. Todo muy lógico. Al volver de la calle, nos quitábamos la ropa, la metíamos en la lavadora, nos duchábamos y nos vestíamos con nuestras mejores galas porque nos esperaba una videollamada con amigos.
Aún recuerdo el tener un barreño de agua con Fairy para que, en cuanto la compra entrase por la puerta de casa, pasara por este particular túnel de desinfectado. Jamás pensé que lavaría un paquete de fideos, pero la vida a veces te sorprende con estas cosas.
A las ocho de la tarde teníamos una cita en los balcones y ventanas para aplaudir a los sanitarios que se estaban dejando la piel en cuidar a todos los enfermos. Los aplausos llevaron a las caceroladas y las caceroladas a olvidarnos por completo de esta cita diaria.
Por las noches, la gran mayoría de nosotros le abríamos la puerta al insomnio, que al igual que el virus, vino para quedarse durante unos meses. En esas horas de contar cientos de ovejas, mi mente hacía un recorrido mental por mis rincones favoritos de Galicia y por las calles de Madrid. Como tengo el callejero en la cabeza, no me fue muy difícil cambiar de ruta cada noche.
Después de todos esos meses de incertidumbre, parloteo mental, proyectos paralizados y nudos en la garganta, yo me pregunto: ¿Qué ha sido de todas esas personas que estaban en casa haciendo magdalenas? ¿Qué ha sido de todas esas promesas para hacer un mundo mejor? Pura fachada; como las fachadas de esos balcones que vieron nuestra hipocresía a la misma hora durante varios meses sin interrupciones…
Mientras nosotros nos quedábamos en casa, Jesús Umbría salía con su chaleco de prensa para fotografiar Madrid como nunca antes lo habíamos visto...
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Meto la llave en la cerradura de la puerta de casa y pido un deseo rápido, por si quien los concede está un poco despistado y hace la vista gorda con mi petición. No es el caso y no te veo al entrar. Como si tuviera el piloto automático activado, me paseo por cada una de las habitaciones y no te veo.
Tampoco te veo cuando salgo a pasear buscándote por la ciudad. Creo que el resto de perros lo intuyen al verme y se acercan a ver por qué los miro con los ojos vidriosos. Tan sólo quiero encontrarme contigo y contarte al oído cómo me ha ido el día. Sólo quiero que muevas el rabito y sentirme aliviada. Sólo quiero pasear contigo una vez más sin saber que sería la última.
Cantar y silbar por el parque y que te des la vuelta, me mires y yo te coma a besos. Me encantaría volver a repetir todas esas primeras veces juntos. Toda esa música que hemos disfrutado, es ahora la que me lleva a ti cada vez que te necesito.
Hace casi 14 años empezaba una historia preciosa de amor, paciencia, amistad, y lealtad, en la que llegó a mi vida, para revolucionarla, el ser no humano más bueno de este mundo.
Sólo quienes han tenido la fortuna de haber podido amar y disfrutar de la maravillosa oportunidad que supone tener a un animal en su vida, sabrán el dolor, la soledad y el nudo en la garganta que tengo al escribir este texto después de despedirme de mi mejor amigo.
Este artículo se lo dedico entero a todos los perros de los que, por desgracia, nos tenemos que despedir, pero en especial a Belton, que me dejó en cuerpo hace un mes, pero me acompaña en el alma y en el corazón cada segundo del día.
Este mes de marzo ha estado marcado por las siguientes 5 canciones que me recuerdan tanto a él:
Van Morrison – Bright Side Of The Road
James Taylor – Long Ago And Far Away
Scott McKenzie – San Francisco
Jim Croce – Next Time, This Time
Elton John – I Guess That’s Why They Call It The Blues
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¿Te casas y no sabes qué banda de música elegir? ¿Es el cumpleaños de tu mejor amigo y quieres música en directo pero no conoces a ningún Dj? ¿Eres músico y te gustaría darte a conocer pero no sabes cómo hacerlo? En Big Yellow Taxi tengo la solución para todos: Fander.
Fander es un proyecto musical en forma de plataforma fundado por Piedy Pérez-Mínguez Pi e Ignacio Martín-Borregón, que nace para poner en contacto a las personas que buscan músicos y a los músicos que necesitan a esas personas para darse a conocer. Resultado: todos salen ganando y por un precio razonable.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención es que los músicos pueden subir sus vídeos de covers o de canciones originales a la web; de esta forma, ellos dan a conocer su música y su estilo y la persona interesada puede visualizar si esa voz será la que haga de su evento un acontecimiento inolvidable. Además, pueden interactuar con el resto de fans, tocar canciones inéditas e incluso recibir peticiones del público para que toquen una canción en concreto.
Para subir tu contenido como músico, tendrás que registrarte de forma gratuita en su web y esperar a que te lleguen peticiones de contratación o apuntarte como posible candidato en los eventos que publican los particulares en la web. Puedes crear tantos perfiles como formatos tenga tu banda y cuando te contraten para un bolo: el caché lo decides tú.
Y si eres esa persona que está buscando Dj, banda o dúo musical, tendrás que registrarte también de manera gratuita para poder acceder a todas las ventajas que te ofrece esta plataforma y poder seleccionar el estilo de música que más te gusta.
Tal y como está el panorama nacional e internacional, en cuanto a música se refiere, esta iniciativa encaja a la perfección con el momento en el que estamos viviendo, ya que es la ayuda extra que necesitan los músicos para empezar a moverse.
De momento sólo trabajan en España, pero quién sabe, igual en un tiempo Fander se encuentra presente en distintos países, conectando a las personas a través de la música. Espero que aparezca en la lista de Forbes de emprendedores de 2022.
Si quieres darle un valor añadido a tus eventos, no dudes en echarle un vistazo haciendo clic en la web de Fandery en su instagram: @fander.es. En él, podrás ver los eventos en los que han participado algunos de los músicos que forman parte de esta plataforma.
That’s all folks!
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Hace unos días llegaba a mis oídos y a mi cuenta bancaria, que una artista que me vuelve loca viene a actuar a Madrid el próximo mes de julio en las ‘Noches del Botánico’ y yo —que todavía conservo los dos riñones para poder venderlos— ya tengo mi entrada para ir a verla.
Ella es Diana Krall. Tenía muchas ganas de escribir sobre ella y nunca encontraba el momento. Además de ser una cantante y pianista maravillosa, tiene una voz y una pose en el escenario muy elegante. Quédate a leerme para saber más sobre esta diva del jazz o en el caso de no saber de quién te hablo, quédate para que cuando estés en una conversación y salga su nombre, sepas quedar bien.
Diana Krall nació el 16 de noviembre de 1964 en Nanaimo, Canadá. Como pasa con la gran mayoría de los artistas, comenzó a interesarse por la música desde pequeña y si a eso le sumamos que proviene de una familia de músicos… (Si nos paramos a pensar y a hacer memoria, ninguno de los músicos que os he presentado en el blog empezó «tarde» en este mundillo).
En el Festival Internacional de Jazz de Vancouver, ganó una beca para estudiar en la Berklee College of Music de Boston. Allí es donde perfeccionó su estilo.
La cantante y pianista canadiense Diana Krall destaca por sus versiones al piano, influenciadas por artistas como Frank Sinatra, Nat King Cole, Sarah Vaughan o Billy Joel, entre muchos otros. Algunos de los grandes temas que versiona son «Fly Me To The Moon», «Under My Skin», «Devil May Care», «A Cause Of You» o «Let’s Fall In Love».
Hay una entrevista del 2015 en el diario El País que le hizo el periodista Guillermo Fesser en un encuentro que tuvieron en Nueva York y es de esas lecturas que desde que las descubres, les coges un cariño especial. En esta charla, hablan de su álbum Wallflower —que compartiré en este artículo— y del significado de esta palabra. El artículo se titula «Alma de jazz» y es una delicia.
“Yo me siento un wallflower en el escenario. Una vez que estoy encima disfruto, pero la idea de tener que subirme… Parece una ironía, pero solo puedo salir si la sala está oscura. No soy el tipo de artista que quiere que den las luces del público para ver las caras. Me espanta. Me intimida. En la oscuridad, sin embargo, las estrellas del universo confluyen.
Diana Krall – El País
La cantante, compositora y pianista de jazz canadiense cuenta con varios Grammy, ocho Juno y más de 20 millones de discos vendidos en todo el mundo. En Big Yellow Taxi voy a hacer un repaso de los álbumes que más me gustan de esta diva del Jazz; haré una pequeña selección de temas musicales de los discos que comparta (para que no se haga eterno) y el resto de canciones, te las dejo en la siguiente playlist de en Spotify: Big Yellow Taxi – Diana Krall.
Conocí a Diana Krall de manera inconsciente cuando tenía muy poquitos años de vida. Mi padre tenía un álbum de ella en el coche y a mí me encantaba tenerlo entre mis manos y ojearlo por dentro. Me llamaba la atención la falda azul con la que salía ella en la portada. El álbum se titula When I Look In Your Eyes, se publicó en 1999 y esta es mi selección:
Diana Krall – East Of The Sun (And West Of The Moon)
Diana Krall – Devil May Care:
Unos años después, en 2001, publicó The Look Of Love, con canciones conocidísimas como Cry Me A River, Bésame Mucho o ‘S Wonderful.
Diana Krall – Cry Me A River:
Hay un álbum que publicó en 2002 que se titula Live In Paris, que como su nombre indica, es un concierto grabado en directo en París. En él, podremos escuchar un recopilatorio de los dos álbumes que os he comentado antes, junto con otras canciones. De hecho, ganó un Grammy en 2003 por «Best Jazz Vocal Album». ¡No me extraña nada!
Por si te apetece escucharlo mientras trabajas, escribes, dibujas o haces croquetas… Es una joya.
Diana Krall – Fly Me To The Moon:
Diana Krall – Just The Way You Are:
Y de este álbum en directo, mi canción favorita es la siguiente. No sé cuántas veces la habré podido escuchar…
Diana Krall – Under My Skin:
Para ir terminando este artículo, quiero hablaros del álbum Wallflower, publicado en 2014, donde asegura que «son las canciones de la banda sonora de su vida». En él, podemos encontrarnos con letras de Jim Croce, Elton John, Crowded House, Bob Dylan, Gilbert O’Sullivan o The Mamas & the Papas.
Diana Krall & Michael Bublé – Alone Again (Naturally):
Diana Krall – Don’t Dream Is Over:
Diana Krall – Sorry Seems to Be the Hardest World:
That’s all folks!
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Marina Lozano en un concierto de Tangerine Flavour. Foto de Dani Pacheco
Termina un año en el que lo típico se está convirtiendo en lo atípico y lo atípico en típico. Empezamos con una nevada jamás vista y acabamos con unas temperaturas que rozan los días más fríos de primavera. Yo ya me he hecho la pedicura roja, porque nunca se sabe si en unos días tengo que volver a sacar las sandalias de verano con el abrigo, la bufanda y siguiendo las últimas tendencias de moda.
En 2022 seguiré escribiendo por aquí y metida en algún que otro proyecto que —crucemos los dedos— espero que salga lo mejor posible. No me he olvidado del podcast ni de la nueva sección con mis textos. Soy una persona un poco impetuosa y me gusta tener las cosas cuanto antes, pero hay veces que es mejor hacerlas despacio y cuidando todos los detalles.
Aprovecho y doy las gracias por ser tan afortunada y saberme rodear de personas que se alegran de mis éxitos y lloran con mis dramas. Espero que sigan para reír, llorar, discutir y bromear conmigo.
Discursos aparte, vamos con las 5 canciones que no han dejado de sonar en mi cabeza durante este año. Os dejo por aquí mi playlist de Spotify con más de 130 horas de música sin interrupciones: Marina FM. ¡Dentro música!
Chris Isaak – Somebodys Crying
Joaquín Sabina – Y Sin Embargo
Jakob Dylan – Everybody’s Hurting: una auténtica obsesión.
Bob Seger – Against The Wind: una joya que escucho y canto a diario. Me encanta la original y la versión de The Highwaymen con Willie Nelson, Johnny Cash, Waylon Jennings y Kris Kristofferson.
Jackson Browne – Running On Empty
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Collage de Keith Richards creado por el artista Hanoch Piven (@hanochpiven)
¡Hola! En Big Yellow Taxi estamos de cumpleaños y queremos festejarlo hablando del protagonista que aparece en ese collage con fondo rojo, realizado por el artista israelí Hanoch Piven; que no puede haber sido más acertado en su composición… ¡no le falta detalle!
En el artículo de hoy haré un breve repaso a lo largo de la carrera musical del guitarrista de The Rolling Stones, Keith Richards, haciendo especial hincapié en esas canciones y álbumes que no puedes dejar escapar si quieres conocer un poco más sobre él. Ah, que no sabes quién es… ¡Pues eso tiene fácil solución! ¡Dentro música!
Keith Richards nació el 18 de diciembre de 1943 en Dartford, Reino Unido. Su pasión por la música viene de familia. Su abuelo tocaba en una banda de jazz que se llamaba Gus Dupree y fue él quien le despertó el gusanillo de tocar la guitarra.
En el documental «Under the influence», tendréis más detalles sobre los inicios de este artista. Lo tenéis disponible en Netflix y es el típico que puedes ver una y otra vez y no te cansarías nunca. Es una maravilla toda la música que va acompañándolo a lo largo de los años.
Conoció aMick Jagger cuando iban juntos al colegio y después de estar durante mucho tiempo sin coincidir, se encontraron un día en el tren. Richards vio que Jagger llevaba bajo el brazo un vinilo; no podía creer que fuera un álbum de Muddy Waters (músico que fue considerado como el padre del Chicago Blues y una de las grandes influencias de Keith Richards). Se podría decir que Muddy Waters y Chuck Berry —entre otros— fueron los «culpables» de que surgieran los Rolling Stones.
Mick Jagger y Keith Richards en 1972 en la Mansión Nellcote
Antes de empezar, aviso a navegantes: el artículo se llama «Keith Richards en 5 canciones», ¡luego no quiero quejas y lloros diciendo que faltan, que nos conocemos! De todas formas, voy a dejar el link de Spotify de cada uno de los álbumes que comparta 😉 .
En 1988 publica Talk Is Cheap: su primer álbum de estudio en solitario. Fue grabado en un periodo en el que Mick Jagger y él se distanciaron un tiempo. Las que más me gustan de ese álbum, son las siguientes: «Make No Mistake» y «Take It So Hard». Para grabar este disco, Keith formó un grupo al que llamó: The X-Pensive Winos.
A continuación, os compartiré la canción original «Make No Mistake» con la preciosa voz de Sarah Dash:
Y ahora, acompañado de Norah Jones. No es la primera vez que cantan juntos. Sus voces quedan muy bonitas:
Keith Richards – Take It So Hard
En 1992 publica Main Offender; un álbum que tiene varias canciones que escucho prácticamente a diario y son las siguientes:
Keith Richards – Eileen
Keith Richards – Hate It When You Leave: está en mi lista de canciones favoritas; es una auténtica pasada.
Vamos con el 3º disco de Keith y uno de mis favoritos. Se titula Crosseyed Hearty lo publicó en 2015. Como he comentado al principio de este artículo, os recomiendo que veáis el documental de Netflix «Under The Influence» si queréis conocer más acerca de él y de cómo grabó este último disco. Es apasionante. ¡Ya me diréis!
Antes os dije que no era la primera vez que compartía escenario con Norah Jones y lo cierto es que su voz también está presente en este trabajo musical, en la canción «Illusion».
Ha sido complicado quedarme sólo con una canción de este disco tan genial, ya que hubo un tiempo en el que me obsesioné con él y le tengo cariño a todas las canciones que aparecen en el álbum…
Keith Richards – Love Overdue:
Todas las canciones que no he podido compartir de él, las tenéis en mi playlist de Spotify: Marina FM.
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