
Los festivales de música hacen sacar nuestra vena más artística y creativa. Rodeados de estampados de leopardo, gorros de pesca, purpurina y calcetines altos, es ahí cuando descubrimos que nuestra profesión frustrada es la de ser experto en tendencias o crítico de moda en una revista.
Estuve el pasado 8 de julio en la tercera jornada del festival madrileño Mad Cool con un cartel bastante interesante. La pena fue la cancelación de los Black Pumas a pocas horas de empezar; tenía muchas ganas de escucharles en directo. Otra vez será…

Empecé la tarde con la actuación de Jamie Cullum, que mezcla un poco de jazz y pop británico con la ayuda de su inseparable piano. Antes os comentaba que algunos se convierten en críticos de moda y otros, como es mi caso, en creadores de setlists. Soy una gran admiradora de su trabajo, pero creo que en este caso, no eligió bien las canciones para el concierto y no termino de ver si Cullum encaja del todo en este formato. Críticas aparte, me hizo mucha ilusión verle y espero poder disfrutar de su música en otra ocasión más acertada.
Me hubiera gustado escuchar en directo a Phoebe Bridgers, pero una no es Dios y no puede estar en todas partes. En ese momento estaba atrapada con el magnetismo de The War On Drugs, con un directo precioso y que suena exactamente igual que en tus auriculares. Me encantó. Esta banda de rock indie americano me recuerda mucho a los meses en los que estuvimos confinados y a esa pandemia de la que vamos saliendo poco a poco.
Después vi a Incubus, que empezaron un poco regular. No sé si fue porque no pudieron hacer una prueba de sonido antes, pero fueron mejorando a medida que iba avanzando su actuación.
Llegó el momentazo de la noche con Muse. Sin duda alguna, de los mejores directos que he visto; con una puesta en escena increíble y un público que vibraba al ritmo de sus éxitos. Puro espectáculo; lo disfruté mucho.
La última actuación que vi fue la de los británicos Alt-J; una banda de rock alternativo que conocía y que me gustó en directo. No sé si fue porque ya estaba cansada, pero estuve muy relajada prestando atención a su música. Fue un buen broche final para una tarde-noche muy guay.
Y así como apunte: creo que es más fácil alzar la mano y coger un gran taxi amarillo en Nueva York, que un pequeño taxi blanco en Madrid. ¡Qué bárbaro!
That’s all folks! Por aquí te dejo mi lista de Spotify con canciones de los artistas que ha aparecido hoy en este artículo: Marina FM.
Y si no quieres perderte ninguna de mis publicaciones, por aquí te dejo el siguiente formulario para que escribas tu correo electrónico y así puedas estar al día de mi blog. Muchas gracias por apoyarme y por leerme 😉
¡Nos leemos!
Marina Lozano