
El pasado 30 de octubre se estrenó en España Bohemian Rhapsody, el biopic acerca de la vida de Freddie Mercury y de la mítica banda de rock británico Queen. En menos de dos semanas ha recaudado más de 8 millones de euros y a nivel mundial lleva casi 254 millones de euros, lo que le convierte en el debut biográfico musical más grande de la historia del cine.
‘Bohemian Rhapsody’, dirigida por Bryan Singer y rematada en parte por Dexter Fletcher, está protagonizada por Rami Malek, Joseph Mazzello, Ben Hardy, Gwilym Lee y Lucy Boynton.
La película arranca y termina con la estrella Freddie Mercury a punto de salir al escenario en el mítico concierto LIVE AID de 1985 del Wembley Arena para después llevarnos a su juventud, que es donde empezó todo, cuando cargaba maletas en el Aeropuerto London Heathrow.
Se centra principalmente en la figura de Freddie Mercury, interpretado por Rami Malek, para contar cómo surgió uno de los grupos de rock and roll más grandes de la historia de la música.
Como explica la película, Mercury nació con cuatro incisivos extra que empujaban los dientes superiores y hacían que sobresalieran. Pese a este aparente complejo, el cantante decidió no arreglar su sonrisa, ya que creía que, el tener así los dientes, le proporcionaban a su voz más resonancia y temía poder alterar su registro musical.
«Cuando hicimos la primera prueba importante y se lo presentamos a Bryan Singer, ahí es cuando nos dimos cuenta que si usábamos el tamaño real iban a ser demasiado grandes para Rami por su tamaño. Los escalamos para que encajase con la cara de Rami y sus rasgos». explica Chris Lyons, el creador de la dentadura.

Se trata de un cantante canadiense con una voz muy parecida a la de Freddie Mercury. De hecho, su registro fue analizado por especialistas vocales de todo el planeta, quienes coincidieron en señalar que las diferencias de tono, vibrato, tesitura y afinación entre Martel y Mercury son mínimas.

De izquierda a derecha: Ben Hardy, Gwilym Lee, Joseph Mazzello y Rami Malek durante la grabación de Bohemian Rhapsody.
El trabajo de Malek es maravilloso, pero hay que reconocer que el resto de actores que forman parte de la banda Queen (Ben Hardy, Gwilym Lee y Joseph Mazzello) no podrían haber interpretado mejor a Roger Taylor, Brian May y John Deacon. Por no decir que el parecido entre ellos es increíble.
Los últimos 20 minutos de la película son sensacionales. En vez de mostrar cómo Freddie Mercury se iba apagando y consumiendo por el sida, prefirieron que el broche final fuera la espectacular actuación de Queen en el concierto LIVE AID.
Aquel 13 de julio de 1985, el estadio de Wembley recibió la mayor reunión de estrellas de la música jamás vista, todas ellas unidas para luchar contra el hambre en Etiopía y Somalia. Algunos de los artistas que estuvieron en ese evento fueron: Elton John, Bob Dylan, U2, Paul McCartney o Sting. Al concierto asistieron una 72.000 personas y fue retransmitido en directo a 72 países del mundo, con una audiencia de 1.500 millones de personas.
Uno de los momentos más emocionantes es cuando Malek comienza a tocar en el piano la canción de «Bohemian Rhapsody». No pude evitar llorar, porque la película logra transmitir lo que probablemente sintieron los millones de espectadores de todo el mundo en esos 20 minutos de puro espectáculo.

Brian May estuvo ahí cuando Rami Malek estaba haciendo de Freddie en el Live Aid.
Es muy complicado imitar a alguien tan extravagante como Mercury, que destacaba por su energía y su improvisación en los escenarios, pero Malek ha conseguido transmitirnos el espíritu de Queen. Puro sentimiento, emoción y amor por la música.
También es verdad que hay bastantes cosas que aparecen en el film que no son como sucedieron en realidad. Algún ejemplo de ello es cómo se conoció la banda; su separación fruto del contrato que firmó Mercury para hacer un disco en solitario, que en verdad no fue así, ya que la banda llevaba de gira casi una década y necesitaban descansar; cuando contrajo el sida…
He de decir que ya es la segunda vez que veo Bohemian Rhapsody y me ha gustado incluso más que cuando la vi hace unas semanas. No pienso que sea una película sobre Freddie, sino sobre Queen, sobre todo lo que crearon, sobre sus himnos. Un grupo de música que marcó un antes y un después en la historia de la música.
Hoy justo se cumplen 27 años de la muerte de Freddie Mercury y a día de hoy, sigue siendo una figura inigualable, única e imprescindible en el mundo de la música. Siempre que alguien se emocione con las primeras notas de Bohemian Rhapsody, se ponga nostálgico con Love of My Life o lo de todo con la aspiradora cantando I Want to Break Free, el espectáculo continuará…
¡Nos leemos!
Marina Lozano