Neil Young during Live Aid Concert – July 13, 1985 at JFK Stadium in Philadelphia, Pennsylvania, United States. (Photo by Ron Galella/Getty Images)
Se abre el telón y entran en escena el 13 de julio, el Live Aid y el Día Mundial del Rock. ¿Qué relación tienen entre ellos? ¡Quédate a leerme y en Big Yellow Taxi saldrás de dudas!
Un 13 de julio de 1985 se celebraba uno de los conciertos que pasó a la historia por ser uno de los más increíbles e impresionantes de todos los tiempos: el Live Aid. Ese día fue la mayor reunión de estrellas de la música jamás vista hasta entonces, convirtiéndose desde ese momento en el Día Mundial del Rock.
Al concierto asistieron unas 72.000 personas y fue retransmitido en directo a 72 países del mundo, con una audiencia de 1.500 millones de personas. Se llegó a recaudar más de 250 millones: una auténtica barbaridad.
El concierto se celebró en dos estadios: el de Wembley en Londres y el J.F.K. de Philadelphia. Este evento musical se creó para recaudar fondos y luchar contra el hambre en Etiopía y Somalia. Algunos de los artistas que estuvieron sobre el escenario fueron:
En el cartel podemos ver que el precio de las entradas era de unas 25 libras… Imagino que luego te la «clavarían» con el mini de cerveza. Todos los años hay alguien que me escribe contándome su experiencia en el Live Aid.
Por aquí te dejo cinco actuaciones del Live Aid y una playlist de Spotify para hacerte el miércoles más ameno.
Tom Petty & The Heartbreakers – American Girl (Live Aid 1985)
Eric Clapton – Layla (Live Aid 1985)
Neil Young – The Needle And The Damage Done (Live Aid 1985)
Paul Young – Everytime You Go Away (Live Aid 1985)
The Cars – Drive (Live Aid 1985)
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The War on Drugs en Mad Cool. Imagen: Big Yellow Taxi/Marina Lozano
Los festivales de música hacen sacar nuestra vena más artística y creativa. Rodeados de estampados de leopardo, gorros de pesca, purpurina y calcetines altos, es ahí cuando descubrimos que nuestra profesión frustrada es la de ser experto en tendencias o crítico de moda en una revista.
Estuve el pasado 8 de julio en la tercera jornada del festival madrileño Mad Cool con un cartel bastante interesante. La pena fue la cancelación de los Black Pumas a pocas horas de empezar; tenía muchas ganas de escucharles en directo. Otra vez será…
Empecé la tarde con la actuación de Jamie Cullum, que mezcla un poco de jazz y pop británico con la ayuda de su inseparable piano. Antes os comentaba que algunos se convierten en críticos de moda y otros, como es mi caso, en creadores de setlists. Soy una gran admiradora de su trabajo, pero creo que en este caso, no eligió bien las canciones para el concierto y no termino de ver si Cullum encaja del todo en este formato. Críticas aparte, me hizo mucha ilusión verle y espero poder disfrutar de su música en otra ocasión más acertada.
Me hubiera gustado escuchar en directo a Phoebe Bridgers, pero una no es Dios y no puede estar en todas partes. En ese momento estaba atrapada con el magnetismo de The War On Drugs, con un directo precioso y que suena exactamente igual que en tus auriculares. Me encantó. Esta banda de rock indie americano me recuerda mucho a los meses en los que estuvimos confinados y a esa pandemia de la que vamos saliendo poco a poco.
Después vi a Incubus, que empezaron un poco regular. No sé si fue porque no pudieron hacer una prueba de sonido antes, pero fueron mejorando a medida que iba avanzando su actuación.
Llegó el momentazo de la noche con Muse. Sin duda alguna, de los mejores directos que he visto; con una puesta en escena increíble y un público que vibraba al ritmo de sus éxitos. Puro espectáculo; lo disfruté mucho.
La última actuación que vi fue la de los británicos Alt-J; una banda de rock alternativo que conocía y que me gustó en directo. No sé si fue porque ya estaba cansada, pero estuve muy relajada prestando atención a su música. Fue un buen broche final para una tarde-noche muy guay.
Y así como apunte: creo que es más fácil alzar la mano y coger un gran taxi amarillo en Nueva York, que un pequeño taxi blanco en Madrid. ¡Qué bárbaro!
That’s all folks! Por aquí te dejo mi lista de Spotify con canciones de los artistas que ha aparecido hoy en este artículo: Marina FM.
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Sé que no compartí el post ‘Mayo en 5 canciones’, pero es lo bueno de ser mi propia jefa; que no tengo que darle explicaciones a nadie. Mayo y junio han sido dos meses de no parar en todos los sentidos. Vuelvo a salir de casa con todo menos con la cabeza. Conciertos, viajes, cervezas, conexiones, mucho trabajo, alergias, buena música, primeras veces y pelos en la ropa. Algo así ha sido mi mes de junio.
Y de todos esos conciertos en los que he estado, ha habido uno de ellos en el que no fui público, sino la voz cantante —nunca mejor dicho— y es que junto con mi guitarrista Javi Músico, nos encargamos de ponerle la banda sonora a la boda de Blanca y José con canciones que nunca fallan en Big Yellow Taxi.
Todo esto ocurrió gracias a Fander, que si no sabes lo que es, por aquí te dejo el artículo que escribí hace unos meses:
Antes de contaros a qué sonó mi mes de junio, quería apoyar el nuevo proyecto editorial y musical de mi compañero y amigo Dani Pacheco. Se trata de una revista mensual sobre música que va más hacia el lado indie. ¡No te la pierdas! Suscribirse es gratis pinchando aquí: Revista Sold Out.
¡Y ahora sí! Te dejo las cinco canciones que más me han podido acompañar en estos días. ¡Música, maestro!
Jacobo Serra – Long Ago: este tema fue una recomendación de mi querido Josu García.
Neil Young – One of These Days: ¡qué maravilla de tema y qué ganas de cantarlo!
Eagles – New Kid in Town: no me la quito de la cabeza desde que vi a Ventura Cover en directo. Mira que voy a una media de varios conciertos por semana, pero ese es el que más he podido disfrutar en lo que va de 2022. ¡Qué armonías más bonitas hacen!
James Taylor – Lighthouse: una canción que me hace estar muy cerca de mi perro Belton.
Tracy Chapman – Across The Lines: su voz me inspira mucho.
That’s all folks!
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Hoy cumple 77 años una cantante a la que le tengo un cariño especial y es que forma parte de una generación de músicos que me vuelve loca en todos los aspectos. El artículo de hoy está rescatado de este blog, ya que lo escribí en 2018 y lo vuelvo a compartir en Big Yellow Taxi para que te vayas a la cama escuchando cinco canciones nuevas. ¡Dentro texto!
Carly Simon nació el 25 de junio de 1945 en Nueva York, Estados Unidos. Empezó su carrera en el mundo de la música formando un dúo junto a su hermana Lucy, al que llamaron: The Simon Sisters. Consiguieron darse a conocer gracias a uno de sus sencillos, que apareció en las listas de éxitos locales en abril de 1964: «Winkin’ Blinkin’ and Nod». Más tarde, Lucy decidió casarse, por lo que se puso fin al dúo musical de las hermanas Simon.
A principios de los años 60, el Greenwich Village, situado en el lado oeste de Manhattan, se convirtió en lugar de reunión en el que muchos músicos se juntaban para cantar sobre temas que eran considerados como tabúes por aquel entonces; como protestar contra la guerra de Vietnam o luchar por las libertades civiles. Fue allí donde Carly Simon se encontró con Albert Grossman, conocido en la escena de la música folk y rock and roll por ser el mánager de Bob Dylan en sus primeros años.
Simon consiguió su primer éxito en 1972 con el tema «You’re So Vain», una canción que trajo mucha polémica porque, al parecer, todo el mundo sabía a quién iban dirigidas las palabras del estribillo: «You’re so vain, you probably think this song is about you /Eres tan vanidoso, que probablemente piensas que esta canción es para ti”.
Además, el hecho de que a Simon se le atribuyesen romances con otros personajes famosos como Mick Jagger o Warren Beatty, contribuyó a que la canción se convirtiera aún más en un misterio.
Tras su lanzamiento, la canción se convirtió en número uno de Billboard en países como Estados Unidos, Canadá, Irlanda o Reino Unido.
En 1972 se casa con James Taylor (que si no sabéis quién es, tenéis varios artículos dedicados a él en mi blog). Con él tuvo dos hijos: Sally Taylor y Ben Taylor, quienes también se dedican a la música.
Durante los diez años que duró su matrimonio, compartieron una vida dedicada plenamente a la música, convirtiéndose así, en una de las parejas más bonitas de la escena musical.
Uno de los duetos que más me gustan de James Taylor y Carly Simon es sin duda alguna: «Mockingbird». Publicada en 1974, esta canción forma parte de ‘Hotcakes’, uno de los álbumes más vendidos de Simon.
Llevo escuchando esta canción desde que era muy pequeña y siempre me he imaginado cantando la parte de Carly en un escenario.
En 1983 se divorcia de James Taylor y en 1987 contrae matrimonio con el escritor, poeta y hombre de negocios John Hart. La pareja se divorció en 2007.
Su mayor éxito musical durante los años 80 fue «Let the River Run», una canción escrita para la película Working Girl (1988). Por esta composición, ganó su tercer Grammy y su primer Oscar. ¡Seguro que os suena!
En 1987 publica «Coming Around Again», una canción que me encanta y que os comparto a continuación:
Y la última de las cinco canciones que quiero recomendarte es «You Can Close Your Eyes», que fue grabada para el álbum de James Taylor ‘Mudslide Slim & The Blue Horizon’. Pincha aquí para leer el artículo que escribí sobre esta maravilla de disco.
¡Feliz cumpleaños a una de las cantantes y compositoras más populares de principios de los años setenta en la escena estadounidense, además de todo un icono, una inspiración y un bellezón!
That’s all folks! Estas han sido las cinco canciones que quería compartir con vosotros de Carly Simon. Sé que faltan algunas, pero así es la vida.
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¡Hola! En el artículo de hoy quiero compartir con vosotros un álbum que está de aniversario. Se trata del ‘Born and Raised’ de John Mayer; un cantante americano que ha aparecido por Big Yellow Taxi en numerosas ocasiones. Si os parece, en este post os contaré cuáles son mis canciones favoritas y más adelante, haré un artículo para que sepáis más sobre John Mayer. ¡Dentro música!
Con una gran influencia folk, este álbum fue grabado junto al productor Don Was en 2012, que destaca por haber trabajado con caras conocidas como Bob Dylan o The Rolling Stones. Para este proyecto musical, John Mayer se alejó del tipo de música comercial que estaba haciendo y se centró más en el folk, dando como resultado: «Born and Raised».
Para la grabación de este álbum, Mayer contó con la presencia del bajista Sean Hurley, el baterista Aaron Sterling y del pianista Chuck Leavell. Por lo visto, David Crosby y Graham Nash (Crosby, Stills, Nash & Young) también aparecieron en este disco.
Hace unos días, el cantante estadounidense compartía en Instagram la siguiente reflexión: «No suelo ser muy partidario de los «cumpleaños de álbumes» (tiendo a mantener la vista en el camino y no mirar atrás), pero este es un disco muy especial que significa mucho para mí, y que he aprendido que significa mucho para la gente».
Comentaba que tuvo un proceso creativo profundamente personal y que no se hizo teniendo en cuenta el mundo exterior. Fue un disco que, cuando se publicó por primera vez, nadie lo aceptó; quizá porque no tenía la misma complejidad de acordes por la que era conocido.
«Si se me permite el atrevimiento de dar un consejo: el hecho de que este disco haya crecido a lo largo de los años en cuanto a la conexión de la gente con él es una prueba contundente de que no siempre hay que hacer arte para el momento en que se publica».
Mayer terminaba de abrir su corazón haciendo especial hincapié en que «el hecho de que haya encontrado un lugar en los corazones de la gente es un plus maravilloso, y una prueba de que no estábamos locos al sentir que habíamos hecho algo significativo. Así que gracias por haber crecido con este pequeño disco lleno de amor llamado Born And Raised. Tal vez sea el momento de hacer otro como este…«.
Si no conoces a este cantante americano, este álbum es perfecto para que empieces a meterte en el universo Mayer. A continuación, voy a compartir cuáles son las 5 canciones que más me gustan de este disco y mi lista de Spotify, donde están los siguientes temazos y muchos más 😉
John Mayer – Queen of California: conozco este disco desde que salió y le tengo mucho cariño a esta canción; de hecho, me gusta mucho cantarla en cuanto tengo un hueco. Si prestáis atención a la letra, pienso que está relacionada con Joni Mitchell y que ella es la reina de California…
John Mayer – Walt Grace’s Submarine Test, January 1967: hace meses estuve muy obsesionada con esta canción y esta en versión en directo no tiene nada que envidiarle a la grabada en el estudio.
John Mayer – Something Like Olivia
John Mayer – Love Is A Verb: ¡Temazo!
John Mayer – Born and Raised: no podía faltar la canción que le da nombre al disco. Es muy especial con la armónica.
That’s all folks!
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Poeta, cantautor, compositor, Premio Nobel de Literatura, 39 discos publicados, más de 125 millones de copias vendidas y toda una leyenda del folk… How does it feel? Hoy en Big Yellow Taxi os hablo de Bob Dylan y de las 5 canciones que más me gustan de él. ¡Dentro música!
Robert Allen Zimmerman —Bob Dylan para los amigos— nació el 24 de mayo de 1941 en Duluth, Minnesota (Estados Unidos). Se cree que Dylan adoptó este nombre por miedo al antisemitismo que había por aquel entonces. Para saber un poco más sobre ese tema, os recomiendo un artículo del diario ABC en el que explicaba de forma interesante y amena el porqué de su nombre. Os lo dejo por aquí: Bob Dylan desvela la verdadera razón tras su nombre artístico.
«Las canciones parece que se conocen a sí mismas y saben que las puedo cantar, vocalmente y rítmicamente. Se escriben solas y cuentan con que yo las cante».
Bob dylan (the new york times, 2020)
Pude verle en concierto en 2015 en Madrid, cuando todavía se le llamaba el Palacio de los Deportes al Wizink Center. Fue una experiencia un tanto inquietante. Me pareció un momento muy bonito, ya que tenía frente a mis ojos a una auténtica leyenda de la música. Una leyenda famosa por hacer lo que quiere con su música y esa noche no fue diferente a lo que nos tiene acostumbrados.
Por poneros un ejemplo, ese himno tan característico como es «Blowin’ In The Wind», no se parecía en nada al original. Una cosa es que las canciones sufran variaciones debido a los años y a los cambios en las voces de quienes las cantan, pero es que esta canción no tenía nada que ver con la que todos conocemos y os pondría poner más casos de ese concierto, pero pensándolo bien, es su música y puede hacer con ella lo que quiera. Fue una experiencia especial y única.
En ese momento, yo estaba en el primer año de carrera y me emocionaba mucho el hecho de escribir mi primera crónica musical y más si era sobre Dylan. Ya rondaba por mi cabeza la idea de crear un blog, pero todavía no se me había encendido el motor de mi gran taxi amarillo. Hoy la he rescatado y la comparto con vosotros:
Like a Rolling Stone. Los tiempos están cambiando. Es cierto que los años han tocado en su puerta, pero a día de hoy, sigue siendo uno de los compositores más influyentes del panorama musical. No existen aún palabras para expresar lo que pudimos sentir al ver a un hombre tan pequeño y a la vez con una voz tan grande.
Dylan trajo su mundo por unas horas a Madrid. Tocó y cantó lo que él quiso y como él quiso. No dijo ni hola, ni adiós, tan solo nos hizo cómplices de su música. Ya puedo morir un poco más tranquila después de que mis oídos escuchasen el sonido de esa armónica en directo. Puro espectáculo. Admiro la capacidad que tiene de hipnotizar con sus canciones a un auditorio repleto de gente que no se si comprende sus letras, pero sí las siente.
Muchas veces me pregunto si he nacido en la época y en el lugar equivocado, pero sea como fuere, he llegado a tiempo para ver en vivo y en directo a un auténtico genio. Toda una leyenda. Sólo me queda darle las gracias por haber hecho de la noche del 6 de julio de 2015 una velada insuperable. Espero que esto no sea un adiós y podamos volver a verle pronto, pero la respuesta a esto, amigo mío, it’s blowing in the wind…
Después de este storytelling, os comparto las 5 canciones de Bob Dylan que más me gustan. ¡Música, maestro!
Bob Dylan – Lay, Lady, Lay
Bob Dylan – Tangled up in Blue
Bob Dylan – Hurricane
Bob Dylan – The Times They Are A-Changin’
Bob Dylan & Johnny Cash – Girl from the North Country
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Aprovechando que hoy es el Día Mundial de la Libertad de Prensa, quería compartir las 5 canciones que más he podido escuchar en abril, junto con una reflexión y una ilustración de Javirroyo.
Hace unos días se cumplía un año de la pérdida de David Beriain y Roberto Fraile, los dos periodistas españoles asesinados en Burkina Faso. Ellos, como tantos otros, arriesgaron su vida para poder acercarnos la vida de otros, viajando a ese rincón oscuro del planeta que ahora tiene luz gracias a quienes se interesan en encenderla.
Ser periodista es tener la oportunidad de investigar historias que tienen nombres y apellidos, de contar lo que muchos callan y ocultan, con el riesgo que supone que los callados terminen siendo ellos.
Este post se lo dedico a todos los periodistas que han perdido sus vidas en el desempeño de esta profesión tan arriesgada y peligrosa, pero también llena de pasión, emoción, amor, adrenalina, valentía y compromiso incansable con la sociedad para contar la verdad; esa que pocas veces quiere salir a la luz.
Ed Hale – Scene In San Francisco
Bruce Sprinsgteen – The River
Gregory Alan Isakov – The Stable Song
Tony Rice – Shadows
Terry Ronald – Calm The Rage
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Insecto hecho con tulipanes morados preservados del confinamiento. (Collage: Marina Lozano)
Mientras le decimos adiós a la mascarilla –de momento– en Big Yellow Taxi me gustaría hacer un repaso de estos dos últimos años, compartiendo un collage que hice junto a una reflexión personal y las imágenes del Madrid pandémico del fotógrafo, compañero y amigo Jesús Umbría.
«El Gobierno declara el estado de alarma durante 15 días». Con este titular amanecíamos hace dos años. Era la primera página de un nuevo episodio de nuestras vidas que se iba prorrogando de 15 en 15.
Hubo un momento en el que nuestro calendario estuvo marcado por la comparecencia en televisión de nuestro presidente del gobierno, que nos hacía permanecer con ilusión y esperanza frente a la pantalla, hasta que pronunciaba las temidas palabras y ya todos los planes que teníamos en la cabeza a corto plazo –en el hipotético caso de que nos dejaran libres– se convertirían en planes a un plazo que estaba en las manos de otros.
Cada uno comenzó a medir el tiempo a su manera. Yo lo hacía gracias a unas vitaminas que me tomaba. En cada caja venían 30 unidades e iba haciendo la cuenta de cuántos días de la marmota estaba viviendo. Más adelante, la unidad de medida fue generalizada y consistió en las famosas: «fases de desescalada».
A día de hoy, miro por el cristal del autobús y me cuesta creer cómo esta ciudad que nunca para quieta, un día hace dos años tuvo que hacerlo. Los únicos coches que se movían eran los del Scalextric del salón de tu casa y los únicos paseos eran –si no tenías un trabajo presencial– a Mercadona, a bajar la basura o pasear a tu perro si eras de los afortunados que tenía uno.
Íbamos con guantes de látex y sin mascarilla. Todo muy lógico. Al volver de la calle, nos quitábamos la ropa, la metíamos en la lavadora, nos duchábamos y nos vestíamos con nuestras mejores galas porque nos esperaba una videollamada con amigos.
Aún recuerdo el tener un barreño de agua con Fairy para que, en cuanto la compra entrase por la puerta de casa, pasara por este particular túnel de desinfectado. Jamás pensé que lavaría un paquete de fideos, pero la vida a veces te sorprende con estas cosas.
A las ocho de la tarde teníamos una cita en los balcones y ventanas para aplaudir a los sanitarios que se estaban dejando la piel en cuidar a todos los enfermos. Los aplausos llevaron a las caceroladas y las caceroladas a olvidarnos por completo de esta cita diaria.
Por las noches, la gran mayoría de nosotros le abríamos la puerta al insomnio, que al igual que el virus, vino para quedarse durante unos meses. En esas horas de contar cientos de ovejas, mi mente hacía un recorrido mental por mis rincones favoritos de Galicia y por las calles de Madrid. Como tengo el callejero en la cabeza, no me fue muy difícil cambiar de ruta cada noche.
Después de todos esos meses de incertidumbre, parloteo mental, proyectos paralizados y nudos en la garganta, yo me pregunto: ¿Qué ha sido de todas esas personas que estaban en casa haciendo magdalenas? ¿Qué ha sido de todas esas promesas para hacer un mundo mejor? Pura fachada; como las fachadas de esos balcones que vieron nuestra hipocresía a la misma hora durante varios meses sin interrupciones…
Mientras nosotros nos quedábamos en casa, Jesús Umbría salía con su chaleco de prensa para fotografiar Madrid como nunca antes lo habíamos visto...
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Meto la llave en la cerradura de la puerta de casa y pido un deseo rápido, por si quien los concede está un poco despistado y hace la vista gorda con mi petición. No es el caso y no te veo al entrar. Como si tuviera el piloto automático activado, me paseo por cada una de las habitaciones y no te veo.
Tampoco te veo cuando salgo a pasear buscándote por la ciudad. Creo que el resto de perros lo intuyen al verme y se acercan a ver por qué los miro con los ojos vidriosos. Tan sólo quiero encontrarme contigo y contarte al oído cómo me ha ido el día. Sólo quiero que muevas el rabito y sentirme aliviada. Sólo quiero pasear contigo una vez más sin saber que sería la última.
Cantar y silbar por el parque y que te des la vuelta, me mires y yo te coma a besos. Me encantaría volver a repetir todas esas primeras veces juntos. Toda esa música que hemos disfrutado, es ahora la que me lleva a ti cada vez que te necesito.
Hace casi 14 años empezaba una historia preciosa de amor, paciencia, amistad, y lealtad, en la que llegó a mi vida, para revolucionarla, el ser no humano más bueno de este mundo.
Sólo quienes han tenido la fortuna de haber podido amar y disfrutar de la maravillosa oportunidad que supone tener a un animal en su vida, sabrán el dolor, la soledad y el nudo en la garganta que tengo al escribir este texto después de despedirme de mi mejor amigo.
Este artículo se lo dedico entero a todos los perros de los que, por desgracia, nos tenemos que despedir, pero en especial a Belton, que me dejó en cuerpo hace un mes, pero me acompaña en el alma y en el corazón cada segundo del día.
Este mes de marzo ha estado marcado por las siguientes 5 canciones que me recuerdan tanto a él:
Van Morrison – Bright Side Of The Road
James Taylor – Long Ago And Far Away
Scott McKenzie – San Francisco
Jim Croce – Next Time, This Time
Elton John – I Guess That’s Why They Call It The Blues
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¡Hola! En Big Yellow Taxi quiero hablaros de ‘Come Away With Me’, el álbum con el que debutó hace 20 años la artista estadounidense Norah Jones. Antes de hacer hincapié en mis canciones favoritas de este precioso disco, os contaré un poquito sobre ella; pero poco, porque aprovecharé que su cumpleaños es a finales de marzo y haré un especial Norah Jones.
Geethali Norah Shankar Jones nació el 30 de marzo de 1979 en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos. Aunque es conocida mundialmente como Norah Jones, cabe destacar que su nombre indio Geethali fue bastante premonitorio, ya que significa «abeja musical».
Norah Jones es una cantante, compositora, pianista y actriz estadounidense. Ganadora de nueve premios Grammy, ha vendido como cantante más de 40 millones de discos. Su música combina elementos del jazz, blues, soul, country y pop.
Cuando terminó el instituto, se matriculó en la Universidad de North Texas, donde se especializó en teclado de jazz y formó su primer grupo de música. De ahí, pasó a cantar y tocar el piano en un restaurante italiano. En 2002, con 23 años, publicó su primer álbum titulado Come away with me, con el que recibió 8 Grammys.
Así como curiosidad, su padre fue Ravi Shankar, un músico indio conocido mundialmente por haber sido un virtuoso del sitar, que es un instrumento procedente de la india y parecido a una guitarra o un laúd. De hecho, popularizó en occidente la música hindú clásica, en gran parte gracias a su asociación con los Beatles por medio de George Harrison, con quien compartía el interés por ese instrumento indio. Tocó en los festivales de Woodstock y en el de Monterrey, en 1967.
George Harrison junto a Ravi Shankar y su sitar en 1967. (Getty Images)
Volviendo al disco que quiero compartir en este artículo y las 5 canciones que más me gustan de él, llegó a mí de casualidad cuando tenía unos 12 años y ninguna de mis amigas tenían ni idea de quién era ella ni sabían de la existencia de este tipo de música. Gracias a este álbum, descubrí la canción que me llevaría a enamorarme de la voz de esta maravillosa mujer. Esa canción fue «Don’t Know Why»:
En este disco está «Turn Me On», que seguro que la conocerás si eres fan de la película Love Actually.
¡Cómo no! La canción que da nombre a este disco también tenía que estar en mi selección:
Es un álbum muy tranquilito, en el que podemos notar la presencia del piano y la guitarra en todas las canciones. Debe de ser una auténtica gozada ver a Norah Jones en directo:
La última canción que he escogido de este disco es «Shot The Moon», que puede ser mi favorita junto con la primera que compartí:
That’s all folks! Aquí te dejo el enlace al álbum de Norah Jones en Spotify para que puedas disfrutar de su música: Come Away With Me.
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