
¡Hola, hola! Llegó por fin mi estación favorita del año: la primavera. Esa misma en la que es de lo más normal encontrarte en el metro con que la señora de tu derecha va en vestido de tirantes y con botas de montaña y la que se sienta a tu izquierda, lleva unas sandalias y por encima un plumas… Claro, no vaya a ser que se resfríe. La estación de los contrastes.
Entre tantas cosas en las que ando metida, termino por olvidarme de publicar por aquí mis artículos sobre música. Espero poder organizarme mejor este mes y que os vayáis a dormir escuchando una cosa nueva.
Esta mañana, mientras me tomaba una pastilla antes del desayuno, vi que la caja de 100 cápsulas estaba a punto de terminarse. 100 pastillas – 100 desayunos – 100 días. Esta es mi medida favorita para calcular el paso del tiempo: a través de las cajas. Este pensamiento me hizo recordar un texto que escribí el año pasado durante el famoso confinamiento, en el que mi unidad de medida para ver el fin a ese periodo, era a través de las cajas de infusiones y vitaminas que estaba tomando.
Me hace gracia, porque el siguiente texto está escrito por una Marina que pensaba que todo sería como antes en unos meses y que las mascarillas, tan solo formarían parte de su rutina de belleza un domingo noche. Aún así, me da ternura leer lo que antes veíamos como rutinario y a día de hoy, lo consideramos como un lujo muy lejano:
Un día menos para madrugar
Un día menos para tener la misma conversación con tu madre acerca de lo mucho que odias despertarte pronto
Un día menos para el «no sé qué ponerme; no tengo ropa»
Un día menos para pintarte los labios con prisas mientras cierras el bolso, sujetas como puedes el portátil , te pones el abrigo y llamas al ascensor
Un día menos para detenerte a ver los tulipanes de la floristería de tu barrio
Un día menos para perder el bus
Un día menos para que la impresora te tome el pelo
Un día menos para que el polen te haga una visita
Un día menos para disfrutar de la música en directo
Un día menos para las charlas hasta las mil en un bar
Un día menos para cantar en el coche con las ventanillas bajadas: «Caminos cruzados, jueves perfecto» de Los Fesser
Un día menos para subirte a unos tacones
Un día menos para las coincidencias que solo ocurren cuando sales de casa
Un día menos para perderte entre las pinturas de un museo
Un día menos para que suene tu canción en la radio
Un día menos para el: «¿Va a bajarse en la siguiente parada? -Señora, no me estrese, que no son ni las 9h»
Un día menos para empujar y ser empujado (sí, así se sobrevive en el Metro de Madrid)
Un día menos para que esas videollamadas pasen a ser charlas en persona y las conversaciones por teléfono sean susurros al oído
Un día menos para los atascos con Rock FM de fondo
Un día menos para los desayunos de fin de semana y paseos por el Retiro
Un día menos para el: «¿Estás en casa? Baja, que nos vamos a tomar algo»
Un día menos para esos paseos por la playa de arena fría, jersey y gaviotas
Un día menos para nuestros paisajes
Un día menos para cervecear
Un día menos para abrazar
Un día menos para besar
Un día menos
(Texto de Marina Lozano)
Ahora sí, por aquí os dejo las 5 canciones del mes de marzo. ¡Música, maestro!
The Wallflowers & Bruce Springsteen – One Headlight: esta actuación ha sido mi descubrimiento del mes. Adoro esta canción; no sabría explicar bien lo que siento cada vez que la escucho… cuando descubrí esta versión con el Boss, me pareció magia.
Chris Isaak – Somebody’s Cryin’: estuve con esta canción en bucle durante días. Me encanta todo lo que canta Chris Isaak.
Eagles – Lying Eyes: me hubiera encantado ir a un concierto de ellos y cantar esta canción a coro con el público… «You can’t hideeee your lyin’ eyes and your smileeeee is a thin disguiseeeee».
Peter Bradley Adams-The Longer I Run: compartí una canción suya hace unos meses que se llamaba «Under My Skin». Sigo pensando que es un músico con mucho talento y con una sensibilidad especial.
Javi Músico – Blaze: mi queridísimo Javier, que además de ser mi guitarrista favorito y un amigo maravilloso, presenta «Blaze», su primer single en Spotify y en Youtube, en homenaje al músico country Blaze Foley. ¡Mucho éxito!
That’s all folks!
¡Nos leemos!
Un abrazo,
Marina Lozano