
He estado poniendo orden y revisando todos los artículos que me ha tocado escribir a lo largo de la carrera. Tras toparme con alguno sobre exposiciones de fotografía y arte, reportajes y alguna que otra entrevista muy raruna: me dieron a elegir entre un león o una planta y me quedé con la planta. Recuerdo a mi madre diciéndome: «pregúntale qué abono nos recomienda». Seguí revisando las cosas que escribí y me encontré con la crónica de una película que adoro: Midnight in Paris de Woody Allen.
La escribí con mucho cariño para una asignatura de arte. El objetivo era ser publicada en la revista digital que tenía la profesora; una tal Violeta, que vio el título y ni se molestó en leer más allá. Parece ser que ella ya había escrito una reseña sobre esta película hace tiempo y no estaba dispuesta a publicar otra.
La verdad es que nuestras crónicas se parecían como un huevo a una castaña; tenían enfoques totalmente diferentes. Recuerdo terminar de escribirla muy emocionada; con una sonrisa y con la satisfacción de haber escrito con pasión. Estuve muy inspirada esa medianoche en Madrid…
En mi opinión, es una película para los soñadores y los nostálgicos. Nunca me canso de verla. Os recomiendo leer la crónica que os dejo a continuación con Si tu vois ma mère de Sidney Bechet de fondo. Es BRUTAL, siempre se me pone la piel de gallina:
París será el escenario donde artistas como Pablo Picasso, Salvador Dalí, Toulouse Lautrec o incluso Hemingway, cobrarán vida de nuevo para reunirse en una particular comedia romántica. Woody Allen nos acerca la historia de un escritor bohemio norteamericano que llega a la ciudad de la luz junto a su prometida y sus padres. Una película que nos llevará a los años veinte y donde la nostalgia pasará a ser la protagonista.
Midnight in Paris es una comedia cinematográfica estadounidense, escrita y dirigida por Woody Allen en el año 2011. Ambientada en el París de los años 20, está protagonizada por Owen Wilson, Rachel McAdams y Marion Cotillard, entre otros. Ganadora del Óscar al mejor guion original, ha sido la película más taquillera de Woody Allen en Estados Unidos, con 43 millones de euros de recaudación.
La película sigue a Gil Pender (Owen Wilson), un guionista bohemio y soñador, que se ve obligado a enfrentar las carencias de su relación con su prometida Inez (Rachel McAdams), una mujer materialista y con unos objetivos totalmente dispersos a Gil. Él sueña con vivir en París y ella pretende seguir en Estados Unidos y que Gil siga con su vida de guionista. Éstas diferencias se vuelven cada vez más exageradas cuando llegan a París de vacaciones y Gil se pierde paseando y comienza a viajar cada medianoche en el tiempo.
La magia sucede cuando el reloj marca las doce en punto de la medianoche, que es cuando un vehículo clásico, repleto de gente con champán y ganas de disfrutar, recoge cada noche a Gil en el Barrio Latino. Ese viaje en el tiempo le permite adentrarse en el París de la Belle Époque y conocer muy de cerca a todas aquellas personalidades del mundo del arte y la literatura que él tanto admira, como Luis Buñuel, Hemingway, el matrimonio Scott Fitzgerald, Salvador Dalí…

En ese mundo nocturno, aparece Adriana (Marion Cotillard), una musa que le hace plantearse todo aquello que forma parte de su vida y de su existencia. Estas vacaciones en París le inspiran para seguir escribiendo la novela en la que estaba anclado, y esos viajes que realiza al París de los años veinte, logran romper ese bloqueo. Por otro lado, gracias a unos diarios que Gil compra a un librero, descubre que Adriana estaba enamorada de él.

La relación que mantienen Gil e Inez se va alejando. Él prefiere vivir anclado en el pasado, que cobra vida cada noche a la misma hora, como si de un sueño se tratase, y ella no muestra ninguna preocupación ni interés por las excursiones nocturnas de su prometido.
Cada noche, al reunirse con todos esos genios de la historia, Gil no puede evitar mostrar su admiración, ante la mirada atónita de los artistas, que no entienden nada. El siguiente ejemplo es un diálogo que mantiene el protagonista con el mismísimo Hemingway:
–(Gil) ¿La leerías?
–(Hemingway) ¿Tu novela?
–Sí, tiene 400 páginas. Y sólo busco una opinión.
–Mi opinión es que la odio.
–Pero no la has leído.
–Si es mala, la odiaría porque odio la mala escritura. Si es buena me daría envidia y la odiaré más. Créeme, no quieres la opinión de otro escritor.
Midnight in Paris tiene una banda sonora sencillamente espectacular, formada por un total de dieciséis canciones. El comienzo de esta película está marcado por una serie de fotogramas de París, acompañados de la música de Sidney Bechet con “Si tu vois ma mère”. Una melodía de jazz que, si cierras los ojos, te lleva al mismísimo París de la Belle Époque. Por aquí os dejo la playlist: Midnight in Paris en Spotify

En el cartel de la película, aparece el protagonista caminando a orillas del Sena. Si levantamos la vista, podemos observar cómo Allen ha querido hacerle una especie de guiño al pintor postimpresionista Vincent Van Gogh, pues el cielo es el mismo que aparece en La noche estrellada.
Woody Allen ha querido hacer un homenaje a París, a sus calles, a sus esquinas, a su gente… y acompañarnos en un paseo mágico por su época dorada.
Es una película repleta de referencias a la historia, la literatura, el arte y la música que te hacen soñar con querer vivir en esa época.
Midnight in Paris es perfecta para aquellas personas soñadoras y nostálgicas —con el alma en blanco y negro— que piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor. Por aquí os dejo el tráiler de la que es sin duda una de mis películas favoritas:
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¡Nos leemos!
Un abrazo,
Marina Lozano